A veces, o muchas más veces, me pregunto, siempre..
¿acaso se puede querer de esta forma tan bonita?
no me es usual quizás.
Tan repentina, frágil y profunda
como un soplido que emerge de un mar muy cristalino
no me produce ansiedad, y logra que me acurruque en los silencios.
¡que manera más graciosa y dócil es esta forma de quererte!